Creo que en este último viaje he conseguido despejar algunas dudas.
Yo me subo en el coche para salir de viaje y me encuentro estupenda, pelo ideal, camisa perfectamente planchada y bien metida por el pantalón, jersey y pañuelo en el cuello, vamos, que me miro en el retrovisor y me digo a mi misma lo buena que estoy con esas gafas Ray-Ban que camuflan mis ojeras. Miro de reojo y al volante se encuentra mi marido en perfecto estado de revista y los niños atrás que se colocan sin mediar palabra sus enormes cascos en las orejas emulando a pilotos de un F-18. Bueno, hasta aquí, todo normal.
Mis problemas empiezan aproximadamente al cabo de una hora, pongamos a la altura de Talavera de la Reina, ahí ya me empiezo a inquietar y me muevo con cierta frecuencia, pero bueno, aguanto el tipo. Media hora después me doy cuenta que tengo coxis y que me molesta una barbaridad, creo q sólo tengo coxis en los viajes, a diario no lo tengo, entonces cometo la estupidez de quitarme los zapatos para sentarme encima de un pie, craso error, esos zapatos no me volverán a entrar y cuando nos paremos en una gasolinera a hacer pis tendré que salir descalza.
Opto entonces por distraerme tomando un sandwich que llevo en
cada viaje como mujer organizada que soy y que están muy aplastaditos como si
vinieran olvidados en una mochila del cole por la tarde. Así que me lo como intentando
a la vez despegarme el bimbo del paladar. A lo tonto a lo tonto ya vamos por la mitad del
viaje y a estas alturas tengo migas por todo el jersey, la camisa fuera y los
pies como dos morcillas. Miro hacia la izquierda y el piloto sigue perfecto y
el fondo sur dormidos como piedras y con los cascos ligeramente torcidos, o sea,
un casco en la oreja y otro en el ojo por el cual se escucha la música típica
de coche tuneado con ventanilla bajada y circulando a toda leche por las calles
de Conil, ¿lo estais viendo, no?? Chun, chun, chun, chun, chun, chun, chun, chun,
De pronto me miro en el retrovisor y joder, joder, joder quien coño es esa
tía! Por Dios! que susto! si soy yo, pero ¿que me ha pasado? Menudo careto! ¡Y el
pelo!!, ¡qué ha sido del volumen que traía de Madrid! les voy a meter un paquete a los de kerastase
q se van a cagar!
Estamos a media hora de Sevilla y mi aspecto es deplorable, estoy
destartalada con la camisa por fuera, despeinada, los pies hinchados, llena de
migas y un lamparon de coca cola en el jersey, parece que vengo de echar un
polvo salvaje y doy fe que no... Sin embargo, hummmm, ahora que lo pienso, en
algún punto de la carretera, me atrevería a decir que a la altura de Don
Benito, puede que haya sido poseída por un ser superior pues recuerdo que ahí
me di cuenta que me faltaba un botón de la camisa, así que deduzco que ha
debido de producirse con cierta violencia, hummmmm, como menos sospechoso…anda
que si me ha dejado preñada!!! A ver que le digo al pariente… joooder qué lío!
Ese ser superior se ha debido tomar las molestias de desmaquillarme pues no
queda ni rastro de colorete ni de antiojeras,
me han salido dos pelitos en la ceja y uno en la barbilla, madre mía!
Esto en cinco horas! Voy a tener que llamar a Iker Jiménez y que investigue la
Ruta de la Plata en Cuarto Milenio ya, pero ya!.
Bueno, hemos llegado a nuestro destino, y mi marido me mira de refilón y me dice,
ufff que mala cara tienes ¿no?, te has mareado???? Si un poco, la verdad, digo yo para
justificar tremendo aspecto.