miércoles, 18 de abril de 2012

Trayecto Madrid-Sevilla


Me refiero al Madrid Sevilla en coche y mi pregunta es, ¿qué narices me ocurre a mí en un trayecto de cinco horas y pico? 

Creo que en este último viaje he conseguido despejar algunas dudas.

Yo me subo en el coche para salir de viaje y me encuentro estupenda, pelo ideal, camisa perfectamente planchada y bien metida por el pantalón, jersey y pañuelo en el cuello, vamos, que me miro en el retrovisor y me digo a mi misma lo buena que estoy con esas gafas Ray-Ban que camuflan mis ojeras. Miro de reojo y al volante se encuentra mi marido en perfecto estado de revista y los niños atrás que se colocan sin mediar palabra sus enormes cascos en las orejas emulando a pilotos de un F-18. Bueno, hasta aquí, todo normal.

Mis problemas empiezan aproximadamente al cabo de una hora, pongamos a la altura de Talavera de la Reina, ahí ya me empiezo a inquietar y me muevo con cierta frecuencia, pero bueno, aguanto el tipo. Media hora después me doy cuenta que tengo coxis y que me molesta una barbaridad, creo q sólo tengo coxis en los viajes, a diario no lo tengo, entonces cometo la estupidez de quitarme los zapatos para sentarme encima de un pie, craso error, esos zapatos no me volverán a entrar y cuando nos paremos en una gasolinera a hacer pis tendré que salir descalza. 
Opto entonces por distraerme tomando un sandwich que llevo en cada viaje como mujer organizada que soy y que están muy aplastaditos como si vinieran olvidados en una mochila del cole por la tarde. Así que me lo como intentando a la vez despegarme el bimbo del paladar. A lo tonto a lo tonto ya vamos por la mitad del viaje y a estas alturas tengo migas por todo el jersey, la camisa fuera y los pies como dos morcillas. Miro hacia la izquierda y el piloto sigue perfecto y el fondo sur dormidos como piedras y con los cascos ligeramente torcidos, o sea, un casco en la oreja y otro en el ojo por el cual se escucha la música típica de coche tuneado con ventanilla bajada y circulando a toda leche por las calles de Conil, ¿lo estais viendo, no?? Chun, chun, chun, chun, chun, chun, chun, chun,
De pronto me miro en el retrovisor y joder, joder, joder quien coño es esa tía! Por Dios! que susto! si soy yo, pero ¿que me ha pasado? Menudo careto! ¡Y el pelo!!, ¡qué ha sido del volumen que traía de Madrid!  les voy a meter un paquete a los de kerastase q se van a cagar!

Estamos a media hora de Sevilla y mi aspecto es deplorable, estoy destartalada con la camisa por fuera, despeinada, los pies hinchados, llena de migas y un lamparon de coca cola en el jersey, parece que vengo de echar un polvo salvaje y doy fe que no... Sin embargo, hummmm, ahora que lo pienso, en algún punto de la carretera, me atrevería a decir que a la altura de Don Benito, puede que haya sido poseída por un ser superior pues recuerdo que ahí me di cuenta que me faltaba un botón de la camisa, así que deduzco que ha debido de producirse con cierta violencia, hummmmm, como menos sospechoso…anda que si me ha dejado preñada!!! A ver que le digo al pariente… joooder qué lío!

Ese ser superior se ha debido tomar las molestias de desmaquillarme pues no queda ni rastro de colorete ni de antiojeras,  me han salido dos pelitos en la ceja y uno en la barbilla, madre mía! Esto en cinco horas! Voy a tener que llamar a Iker Jiménez y que investigue la Ruta de la Plata en Cuarto Milenio ya, pero ya!.

Bueno, hemos llegado a nuestro destino, y mi marido me mira de refilón y me dice, ufff que mala cara tienes ¿no?, te has mareado???? Si un poco, la verdad, digo yo para justificar tremendo aspecto.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Mi estilista Alicia





Alicia, tiene una peluquería  justo en frente de mi casa entre Paquita la panadera y "la hierbas" conocida así por su herbolario.

Siempre que entro en su peluquería, me invade una sensación de bienestar difícil de explicar, será quizás por el ruido ensordecedor de los secadores, el olor a laca, el papel de plata en las cabezas, o las señoras gritándose unas a otras, pero es un ruido tan familiar, que a mí particularmente no me molesta.

Lo primero que hay que hacer al entrar en la peluquería incluso antes de saludar y si es necesario empujando al que se ponga en medio, es coger lo más rápidamente posible el "Hola" que normalmente ya lo ha cogido otra señora y lo agarra como si fuera el último "Hola" de la tierra!! todas sin excepción hacemos lo mismo, lo cogemos, lo abrimos y NO LO LEEMOS, pero dá mucha tranquilidad tocarlo mientras la señora de al lado se muere por tenerlo en sus manos.

Cuando me instalo para que me laven el pelo, siempre digo lo mismo - champú normal y crema, no doy opción a historias de queratinas y colágenos brasileños que te intentan vender metiéndote la típica cuñita de "tienes un pelo precioso, lástima que...esté tan apagado, así que me relajo y cuando la que me lava hace el más mínimo amago de masaje, digo: ¡Ay por Dios que gusto, que manos tienes! y eso inevitablemente conduce a un masaje más largo, nunca falla, es una estrategia infalible y yo me muero del gusto.

Si he tenido la suerte de pillar el "Hola", me voy del lavabo al tocador con la revista bien cerradita y agarradita en mis manos y la coloco en mis rodillas esperando ansiosa a que me quiten la toalla para poder por fín relajarme y leer,. Pero no, ahí es cuando Alicia se viene arriba y empieza a hablar sin parar y como por arte de magia la seguimos todas a la vez como poseídas, hablando de mil temas que entrelazamos con una habilidad asombrosa, que si las dietas milagro, que menudo desastre el pollo al curry de ayer ¡qué soso estaba!, que si la baba de caracol para las arrugas, el veneno de serpiente, el champú para caballos y el alpiste para el colesterol es todo una gran estafa... Que qué antipáticos son en el barrio, que quien cojones habrá hecho el casting dice Alicia...

Ah! pero no os creáis que sólo hablamos de temas banales éh! que también hablamos de Intereconomía, de exposiciones y de tíos imponentes, y francamente de poco más pues ya os digo que con tanto ruido es dificil profundizar...
Me he fijado, que siempre, pero siempre, hay una señora esperando mucho rato en la caja intentando pagar y despedirse, pero a la vez intuyes que sin mucha prisa pues sigue hablando y tú desde el tocador ves moverse su boca sin parar y asientes a lo que crees que dice con monosílabos aprobatorios de vez en cuando.

Cuando finalmente acaban de peinarte, te dan un espejo que yo rechazo sistemáticamente pues pienso que es preferible no ver lo que te han hecho por la espalda durante esa hora en que no hemos parado de hablar y durante la cual se ha encendido y apagado el secador unas doscientas veces y enrollado el cepillo en tu pelo otras doscientas, así que pa'qué forzar digo yo, con el buen rato que he pasado...

Pues eso, que intento pagar esperando por supuesto en la caja y pensando que se nos han quedado muchos temas en el tintero, hasta que una señora que entra en la peluquería me saca de mis pensamientos más profundos diciéndome: -
¿Es suyo el "Hola" señora? o de la peluquería,
Upss, pues ya no lo sé, creo que es parte de mí, pienso yo, pero amablemente se lo doy, eso sí, con cierta rabia de haberlo tenido en mis manos y no haberlo aprovechado.








sábado, 11 de febrero de 2012

Mujeres cazadoras



¿Ser cazadora te hace distinta de otras mujeres?


Cuando me saqué la licencia de armas hace unos dos años, creo recordar que en el examen éramos dos mujeres frente a ciento y pico hombres, pensé entonces que me estaba metiendo en un mundo que no era el mío, pero quería intentarlo sobre todo para acompañar a mi marido y a mi hijo pequeño en su planes camperos que me parecían divertidísimos.

Mi hija lo había descartado, en plena adolescencia le parecían mucho más tentadores los planes de copas.

Al principio, me sentía un poco fuera de lugar, pero en cuanto abatí mi primer venado, ufff, ahí comprendí que no sólo iba a encajar, sino que me iba a encantar!!
La parte que más me gusta es salir al monte con los perros, por eso me molesta enormemente que por ser mujer te intenten siempre colocar en cualquier coche para evitarte la caminata, y por mucho que insistes diciéndoles:

- Que no, que no, que lo que yo quiero es caminar, que yo en Madrid ando un huevo!!
- Ya, ya, pero es que no tiene nada que ver rubia (rubia = a boba), es que aquí vamos a estar toda la mañana caminando y por caminos un tanto incómodos
- No, si ya me lo puedo imaginar, que para eso me he venido yo disfrazada de guarda forestal!!
- Bueno, vale, pues déjame que te lleve el rifle
- Que no cooooño, que ya lo llevo yo, que es míiiiiio!! que si ves como tengo el brazo de mazao con el  padel lo vas a flipar...
- Pues no hay nada más que hablar, vamos pues! (esto último lo ha dicho en el típico tonito de ¡te vas a cagar!)
Pues eso, que arranquemos ya de una vez ¡Santo Dios que desgaste!

Me pongo en acción monte arriba, monte abajo, sin hacer un ruido evitando las hojas y ramas secas, silenciosa, atenta a todo, SIN HACER PIS en toda la mañana cosa que para ellos es impensable, árbol que ven allá que van,  y encima cuando disparo dando en el blanco, ay que joderse, menuda tía! da gusto ir contigo, que maravilla dicen asombrados, no lo podía imaginar...
y ¿por qué? pienso yo, ¿por ser rubia??

Bueno, qué más dá, la realidad es que es gente encantadora, tíos educados que lo único que quieren es hacerte la vida agradable y les cuesta mucho entender que lo que "UNA" quiere es currárselo al límite, agotarse, recechar, pasar nervios, esperar, en una palabra DISFRUTAR!.

Os recomiendo a las mujeres que lo practiquéis, que es apasionante y os aseguro que a muchos hombres les encantaría que sus mujeres les acompañasen a cazar e incluso que participasen de ello.






viernes, 10 de febrero de 2012

¡¡ Mi perro está a punto de hablar !!



Que no estoy loca !!!

Mi perro está a punto de hablar, y no exagero nada.
Simplemente creo que no arranca a hablar porque si lo hiciera estaríamos todo el día peleando, y como es tan listo se limita a mirarme, a ladear la cabeza, a mover las orejas y el rabito y a hacer unos ruidos monísimos.
Si quiere agua, saca la lengua en cortos y repetidos movimientos, si quiere salir me golpea la pierna y se va a coger su correa, si quiere jugar me mira, pone postura como de estirarse y corre veloz como un conejo alrededor de la mesa, cuando quiere mimos, se sienta a mi lado y gira la cabeza hacia atrás como diciendo: ¡éh! ¿me sobas?
Y ya cuando finalmente quiere dormir, se marcha a por su tigre de peluche y se tumba con la cabecita encima de él.
Cuando escucha las llaves en la puerta le digo: ¡corre Max vete a saludar a papá! y se oye entonces a lo lejos una voz que dice: ¡que no soy su padre coñooooooooo!

No le hagas caso chiquitín, le digo yo, que sí, que es tu padre, y yo tu madre, y Cris y Javi tus hermanos mayores; él mueve el rabito me da un beso en la cara porque obviamente esto se lo he dicho a modo de secreto en el oído y de paso le achucho la cara le miro fijamente a los ojos y le digo: Max, yo ya sé que eres capaz de hablar, pero no lo hagas, mantengamos el secreto y hagamos creer a todo el mundo que eres un perro normal y corriente. Mueve otra vez el rabito y se tumba a dormir. ¿Se puede ser más mono?

jueves, 9 de febrero de 2012

mis primeros pinitos


Intentando pintar con la misma pasión que la ilustradora Elisabeth Moch, 




copiando a uno de mis pintores favoritos, Jack Vettriano





ya desde pequeña tenía un punto raro...




Preparando mi viaje a Africa,